17 de abril de 2007

¿Anochezco o amanezco?


Y anochezco otra vez

envuelta en quehaceres

incontables.


¿Cómo se nombran

las idas y venidas

de un lugar a otro

buscando un no sé qué...?


¿Y cómo al capricho

que neuronas fusionadas,

juguetonas y sádicas

invierten en hacer

que nuestro pensamiento

divague sin saber por qué?


Más... aquí estoy,

anocheciendo otra vez.

Mejor ni os cuento

mi ruinoso y patético amaneciendo.


¿Invención o realidad?

¡Vayamos todos a saber!


Que no todo lo que parece

acaba por siempre siendo.

Que no cuanto percibimos

es realidad o es sueño.


Hay un punto intermedio

que ni lo uno ni lo otro es;

así busco, pues

en qué punto me encuentro,

y hasta llego a dudar,

si vosotros estáis,

aquí, allá o en medio,

o quizá en ningún lugar.


Más no me hagáis caso,
este soso divagar
es prueba fehaciente

de una persona vehemente

empecinada en preguntar

cuando no hay qué contestar.


5 comentarios:

  1. A veces, Mafalda, las dudas existencialistas nos hacen dudar aún más, sin darnos cuenta que muchas de las cuestiones que nos surgen o nos planteamos no tienen porque tener explicación. Buscársela es inútil. Hay "porqués" que por mucho que indaguemos, no tienen respuesta. Ni la tendrán nunca porque las dudas son consecuencia de momentos emocionales que no nos dejan racionalizar.
    Un besito, guapa. O dos.

    ResponderEliminar
  2. Pues sí, así será, Angelusa. De todos modos no es tanta duda existencialista lo que me invade, sino más bien como me enrosco en la noche divagando sin llegar a ninguna parte o a verle rendimiento al divagar. Cosas tontas que me pasan.
    Si no te importa, me quedo con los dos besos mejor que con uno.
    Besotes para ti (sírvete tú misma y coge los que precises, guapa).

    ResponderEliminar
  3. A ver, no me lies. la confusa existencialista no era yo? Tu ya no eres la roca sensata?

    ResponderEliminar
  4. Joer, Veva! Que sea sensata no quiere decir que mi coco no trabaje y que mi pensamiento no dude y que gire mi cabeza cual noria. Y sensata no sé si soy, puede que sólo sea en lo que me he convertido como tabla de salvación en medio del barullo. Realmente el título de "roca sensata" me lo has puesto tú y algunas personas más piensan algo parecido, pero quizá todo sea simple coherencia. De todos modos hasta las rocas tienen distintas durezas, aspectos y formas; las pequeñas proceden de las grandes, que se han partido, erosionado... Nada es invulnerable, sólo lo aparentamos.
    Besotes.

    ResponderEliminar
  5. Puff... si siempre supiéramos qué hacer o qué sentir o qué pensar... seríamos autómatas ¿no?
    Hasta la incertidumbre se disfruta.
    ¡Besos!

    ResponderEliminar