5 de abril de 2010

Despetar del letargo invernal...

Amanecímos a la par el día y yo,al alba,
con esa primeras luces tenues, rosadas,
azuleadas y silenciosas.





Breves minutos para tanta belleza.

Mis ojos despertaron captando el silencioso trayecto de la luz a través del algodón de nubes tintado en colores.


Y al mediodía, los pequeños algodones blancos que le sobraban a las nubes, se habían ido posando delicadamente sobre cada rama. ¡Ya estaba aquí! De nuevo mis ojos podían sentir cómo se colgaban los árboles cercanos sus livianas vestiduras, engalanados para la ocasión, antes de que el verde nuevo de las hojas quitase protagonismo a su blancura.



Hasta la roca albergó vida entre sus oquedades. ¿Es la roca un ser inerte ahora que se ha vuelto cómplice de la primavera?



 
Diminutas hojitas blancas que parecen colocarse a su antojo. Delicadas, perseverantes, ni la lluvia ni el viento logra abatirlas.
                                                 
                                                                     
                                                                                    ¡Y cómo no! Narciso abre su color, ese espectacular e intenso amarillo... y ese olor.


                                                                                                                                                                                          Y Y por último, llegó ella, la dama de la noche, como siempre tan blanca,
 tan misteriosa y hechizante; reverberando su luz en rincones secretos,
 bañando nuestros sueños de redondeces ansiadas y plenitudes añoradas.
 ¡Silencio!
 La dama blanca nos envuelve con su calma.
 ¡Dejémosla hacer!


4 comentarios:

  1. Se ve que la Primavera te ha llegado completa, sin faltarle un detalle. No quisiera fastidiar el romanticismo del post, pero ¿incluye también alergias varias?

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  2. Jajaja, Senior. Veo que no desperdicias la oportunidad de fastidiar el romanticismo. ¡Bien hecho! Aunque no pretendía tal. Simplemente siempre me sorprende el comienzo de la primavera, me parece algo maravilloso. Y alergias como tal no sé, pero te puedo enviar una otitis, algunas mucosidades y estornudos. Si ves que esto se parece a un cuadro de alergia, pues enterito para ti. ¡Qué tranquila me quedaría!
    Un abrazo. Y que el polen no te amargue mucho el comienzo del buen tiempo.

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  3. Veo mucosidades y estornudos y añado conjuntivitis.

    Muy romántico....

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  4. Senior, ¿no serás medio bruja? Según el médico, tengo una especie de alergia primaveral...
    La verdad es que estoy rodeada de polen amarillo por todas partes.
    Veo que te quejas de los que fuimos en la blogosfera y ya no están, que se han ido y que no te visitan...
    La Gala que visitas es una "vieja amiga" de aquella época, la más joven.
    Otros, poquísimos, seguimos apareciendo de vez en cuando, como el Guadiana, según tus palabras. Pero te sigo, no te quepa la menor duda, aunque no siempre comente.
    Un abrazo.

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