23 de julio de 2012

Llueve sobre nuestros tejados.





Llueve,
rabiosa y continuamente
llueve
arrastrando derechos,
luchas y logros...
papeles mojados,
llueve sobre nuestros tejados.
Llueve,
leve y suavemente,
llueve
ahogando ideas,
enmoheciendo justicias,
deteniendo floreceres...
Llueve,
un día y otro más,
suave o rabiosamente,
llueve sobre nuestros tejados.
Corre el agua,
por caminos y veredas,
por el monte, por la ciudad,
corre el agua
y se olvida de arrastrar
lo que sobra de verdad
en esta locura global
causante de tanta desilgualdad.
Llueve,
constante y abusivamente
sobre nuestro tejados,
todo lo conseguido,
tan solo ahora son
papeles mojados.

4 de julio de 2012

Robo.


Al mirarte a los ojos,
niña,
me quedé en tu mirada,
te  robé el verde mar
que en tus ojos  flotaba,    
lo envolví en  espuma de olas,
hice con ella,
niña,
un collar de marejadas
con las crestas de jade
y la sal de tus lágrimas.

Al mirarte a los ojos,
niña,
me quedé en tu mirada,
te robé el gris de la tristeza
por la que tus ojos penaba,
lo colgué de las nubes
para que por ti lloraran.