17 de abril de 2007

¿Anochezco o amanezco?


Y anochezco otra vez

envuelta en quehaceres

incontables.


¿Cómo se nombran

las idas y venidas

de un lugar a otro

buscando un no sé qué...?


¿Y cómo al capricho

que neuronas fusionadas,

juguetonas y sádicas

invierten en hacer

que nuestro pensamiento

divague sin saber por qué?


Más... aquí estoy,

anocheciendo otra vez.

Mejor ni os cuento

mi ruinoso y patético amaneciendo.


¿Invención o realidad?

¡Vayamos todos a saber!


Que no todo lo que parece

acaba por siempre siendo.

Que no cuanto percibimos

es realidad o es sueño.


Hay un punto intermedio

que ni lo uno ni lo otro es;

así busco, pues

en qué punto me encuentro,

y hasta llego a dudar,

si vosotros estáis,

aquí, allá o en medio,

o quizá en ningún lugar.


Más no me hagáis caso,
este soso divagar
es prueba fehaciente

de una persona vehemente

empecinada en preguntar

cuando no hay qué contestar.