10 de marzo de 2007

Confesiones silenciosas.


Estos ya largos silencios, en los que me sumerjo a veces, forman parte de mí, son producto de ensimismamientos en mi propio ser, o en mi propio estar. Es como si necesitase repensar, muchas veces igonoro el porqué, pero me adentro en lo que pienso y consigo hacer un torbellino que viaja tan rápido, que toca tantos puntos, que observa tantas cosas, que no sé con cuál de ellas quedarme para comunicárosla, para que opinéis sobre ella o para que la repudiéis si cabe.

Es algo necesario en mi estado de vivencias. Algo que he hecho a lo largo de mi vida en muchísimas ocasiones, pero sin tener un blog. No me lo había planteado hasta hace poco, por eso no sabía cómo explicarlo, pero sí sabía que me sucedía. Otros necesitan ir al café todas las tardes con l@s amig@s, a hacer deporte a una hora determinada, o tener un horario que nunca se puede alterar, o asistir a una terapia... Todos necesitamos "un algo más" que nos llene u ocupe o nos permita no pensar. Yo me inundo de mí, me hundo en mis preocupaciones, divago, me distraigo con cualquier cosa, me agobio con el demasiado quehacer, me demoro en las cosas más simples y cotidianas, me echo en cara no aprovechar más este tiempo tan escaso que tengo, el no ser más eficiente... Y cuánto más lo hago, más perdida en el tiempo estoy, más ineficacia alcanzo y todo me cuesta un esfuerzo sobrehumano.

¿Tiene esto un nombre concreto? Lo ignoro. ¿Estoy deprimida? No. ¿Decepcionada? Tal vez. ¿De qué? Ufff, hay tantas cosas por las que decepcionarse... Pero, fundamentalmente creo que tiene mucho que ver con que me estoy haciendo mayor. Sí, sí, no os riáis. Estoy entrando en el grupo de los mayores achacosos, no sé si temporal o definitivamente, pero noto cosas que me llevan a no querer hacer nada y, os lo juro, a mí antes esto no me pasaba, esta desgana, este hacerse todo cuesta arriba y esta desilusión de que lo verdaderamente importante no tiene mejora perceptible. Resumiendo: esta edad contribuye a que este mi silencio esporádico se convierta en un silencio largo y del que no me preocupa su duración.

Es probable que se quede aquí, entre vosotros y yo, que no trascienda más ni en duración ni en estado. Es probable que tras esta ya incipiente primavera retoñe cual árbol florido y os muestre mis alegres colores, mis envolventes olores y mis mejores cualidades regalen vuestras miradas y os llenen por un instante de alegría. En verdad suelo retoñar cada primavera, me identifico con cada nueva y tierna hoja que brota de cada rama. A veces quisiera ser una de ellas para que mi mirada ante este mundo fuese completamente nueva, sin saber nada de antes, sin que estuviese viciada de prejuicios, de tabúes, de viejos sinsabores... , mas no ocurre así; no soy hoja tierna, soy rama descolgada, quebradiza por la sequedad de mis muchos años, apuntalada por las manos de quienes me cuidan para que no me rompa, pero rama vieja al fin.
Y esto es todo cuanto quería deciros. Confesaros que mi silencio es uno más, un poco especial en esta cuesta arriba que es la vida, pero uno más.

No voy a dejar esto। Algunos de los que visito han decidido hacerlo y no sabéis cuánto lo siento, pasear demorándome con toda la tranquilidad en las palabras de sus rincones es un placer que echaré mucho en falta. Sus huecos serán muy difíciles de llenar. Espero que al menos se paseen por los rincones usuales y nos dejen algunos mensajes para que sepamos que siguen estando ahí, que no rechazan nuestro contacto y que su opinión es un bálsamo que cura heridas de vacíos reencontrados.
A ellos dedico mi último pensamiento de hoy esperando que pronto retomen abrir su rincón de palabras, de pensamientos y deseos, de esperanzas y sueños: A muévese.blogspot.com , a botella al mar.blogspot.com y a pedazodecaos.blogspot.com .